
La bolita de cera, la caries y el hongo vaginal
Se encuentran una bolita de cera, una caries y un hongo vaginal. Dice la bolita de cera:
- Cada día entra un bastoncito y quiere sacarme. Me escondo detrás de un cartílago y no me pilla.
Dice la caries:
- A mí cada día me persigue una cosa con púas que intenta sacarme. Me escondo entre las muelas y no me pilla.
Dice el hongo vaginal:
- Pues a mí siempre me viene a ver un calvito. Nunca sabe si quiere entrar o salir. Ya no sé dónde esconderme. Siempre se marea y me vomita encima.
Y dice la caries:
- ¡¡¡¡¡A ese cabrón lo conozco yo!!!!!
- Cada día entra un bastoncito y quiere sacarme. Me escondo detrás de un cartílago y no me pilla.
Dice la caries:
- A mí cada día me persigue una cosa con púas que intenta sacarme. Me escondo entre las muelas y no me pilla.
Dice el hongo vaginal:
- Pues a mí siempre me viene a ver un calvito. Nunca sabe si quiere entrar o salir. Ya no sé dónde esconderme. Siempre se marea y me vomita encima.
Y dice la caries:
- ¡¡¡¡¡A ese cabrón lo conozco yo!!!!!
Frikidespistes
1. Accidentalmente tecleas tu password en el microondas.
2. No has jugado al “solitario” con cartas de verdad en muchos años.
3. Tienes una lista de 15 números telefónicos para localizar a tu familia ¡¡de sólo 3 miembros!!
4. Le envías un e-mail a la persona que se sienta junto a ti.
5. La razón que tienes para no estar en contacto con tu familia es porque no tienen correo electrónico.
6. Te vas a casa después de un largo día de trabajo y cuando suena tu teléfono fijo, te preguntas que te querrán vender, porque ninguno de tus amigos lo usa ya (eso si es que tienes teléfono fijo).
7. Cuando haces llamadas telefónicas desde tu casa, marcas el “0" para que te dé línea.
8. Has estado sentado en el mismo escritorio cuatro años y has trabajado para 3 empresas distintas. O bien has estado en edificios de 4 compañías diferentes y tú siempre trabajabas para la misma.
10. Tu jefe no tiene la habilidad para hacer tu trabajo.
11. Cuando llegas a casa de alguien no le llamas al teléfono, sino que le haces una llamada perdida para que baje.
12. No tienes suficientes enchufes en casa para todos tus aparatos electrónicos. Si pones a cargar el celular tienes que quitar el cargador de pilas o el MP3.
13. Salir de tu casa sin celular -el cual no has tenido los primeros 20, 30 ó hasta 60 años de tu vida- te da pánico y regresas a por él.
14. Te levantas por la mañana y te conectas a internet a leer los periódicos online mientras tomas tu café.
15. Mnds msjs cm st.
16. Estás mirando alrededor para asegurarte de que nadie te ve que estas sonriendo enfrente de tu PC.
17. Peor que eso, ya sabes perfectamente a quién le vas a decir que lea esto.
18. Ahora te estas riendo porque tengo razón.
19. Y estás tan distraído leyendo que no te fijaste que falta el número 9 en esta lista.
20. Ahora acabas de mirar hacia arriba para ver que efectivamente no está el numero 9.
2. No has jugado al “solitario” con cartas de verdad en muchos años.
3. Tienes una lista de 15 números telefónicos para localizar a tu familia ¡¡de sólo 3 miembros!!
4. Le envías un e-mail a la persona que se sienta junto a ti.
5. La razón que tienes para no estar en contacto con tu familia es porque no tienen correo electrónico.
6. Te vas a casa después de un largo día de trabajo y cuando suena tu teléfono fijo, te preguntas que te querrán vender, porque ninguno de tus amigos lo usa ya (eso si es que tienes teléfono fijo).
7. Cuando haces llamadas telefónicas desde tu casa, marcas el “0" para que te dé línea.
8. Has estado sentado en el mismo escritorio cuatro años y has trabajado para 3 empresas distintas. O bien has estado en edificios de 4 compañías diferentes y tú siempre trabajabas para la misma.
10. Tu jefe no tiene la habilidad para hacer tu trabajo.
11. Cuando llegas a casa de alguien no le llamas al teléfono, sino que le haces una llamada perdida para que baje.
12. No tienes suficientes enchufes en casa para todos tus aparatos electrónicos. Si pones a cargar el celular tienes que quitar el cargador de pilas o el MP3.
13. Salir de tu casa sin celular -el cual no has tenido los primeros 20, 30 ó hasta 60 años de tu vida- te da pánico y regresas a por él.
14. Te levantas por la mañana y te conectas a internet a leer los periódicos online mientras tomas tu café.
15. Mnds msjs cm st.
16. Estás mirando alrededor para asegurarte de que nadie te ve que estas sonriendo enfrente de tu PC.
17. Peor que eso, ya sabes perfectamente a quién le vas a decir que lea esto.
18. Ahora te estas riendo porque tengo razón.
19. Y estás tan distraído leyendo que no te fijaste que falta el número 9 en esta lista.
20. Ahora acabas de mirar hacia arriba para ver que efectivamente no está el numero 9.
A las puertas del cielo
Tres hombres llegan simultáneamente a las puertas del cielo. San Pedro sale y les dice:
- Tenemos malas noticias para dos de ustedes; se nos cayó el sistema en el área de admisiones y sólo puedo dejar entrar a uno de los tres esta semana. Los otros dos tendrán que esperar en el infierno unos días mientras reparamos el fallo, lamentablemente no puedo hacer otra cosa.
San Pedro continuó explicando:
- La persona que cuente la mejor historia de cómo murió, será la que pueda entrar en el cielo hoy.
Los tres hombres asintieron. San Pedro los hace pasar de uno en uno a su oficina para que los otros no escuchen y puedan mejorar su historia. El primer hombre pasó y empezó a relatar:
- Presentía que mi mujer me estaba engañando, así que esa tarde llegué temprano. Subí los 25 pisos del edificio por la escalera para no hacer ruido con el ascensor, abrí la puerta de mi apartamento y allí estaba ella, la muy puta, tendida en el suelo y ¡desnuda! Sabía que la había pillado. Corrí por todo el apartamento en busca del amante; arriba, abajo, debajo de la cama, en todos los armarios... ¡NADA! Estaba a punto de pedirle disculpas por ser tan mal pensado, y mientras ella me decía que siempre hacia gimnasia desnuda, oí unos ruidos en la ventana: ¡¡¡SCRATCH, SCRATCH, SCRATCH!!! Abrí la ventana y allí estaba el hijo de puta, colgando de la cornisa. Agarré mi bate de béisbol y le di duro en la cabeza. Vi cómo se caía, pero tuvo suerte el infeliz y aterrizó en un montón de bolsas de basura. ¡Se estaba moviendo! Desesperado porque se me escapaba, cargué el mueble bar hasta la ventana. Con gran esfuerzo lo puse en la cornisa, pero al empujarlo se me enganchó la camisa, por lo que caí con el mueble bar y encontré mi muerte. ¡Pero estoy feliz porque me cargué al puto cerdo!
San Pedro no podía imaginarse historia más increíble, cuando hizo pasar al segundo hombre:
- Bueno, yo soy un limpiador de ventanas. Estaba haciendo tranquilamente mi trabajo en un piso alto, cuando una de las cuerdas repentinamente se rompió. Me agarré de la plataforma, pero se me fueron resbalando las manos hasta que caí al vacío. Levanté las manos pensando en mi muerte y esperando que Dios me recogiera. Afortunadamente logré agarrarme a una de las cornisas del edificio. ¡¡¡ESTABA SALVADO!!! Estaba dando gracias a Dios e intentando que la gente que estaba dentro del edificio me salvara definitivamente. Empecé a rascar en la ventana para que alguien me ayudara, cuando repentinamente un cabrón la abrió y en lugar de ayudarme ¡¡¡me pegó un tremendo golpe con un bate de béisbol!!! Caí al vacío otra vez, maldiciendo a esa mala persona, cuando mi ángel de la guarda me permitió seguir viviendo, poniendo un montón de bolsas de basura justo bajo mi caída. Cuando conseguí abrir los ojos para agradecer a Dios tanta fortuna, ¡un mueble bar estaba cayendo encima de mí! Y gritaba con terribles alaridos. Comprendí que Dios me quería a su lado. Sin duda era mi destino y así encontré la muerte.
San Pedro estaba estupefacto. Hizo pasar al último hombre y le dice:
- Hijo, más vale que tengas una muy buena historia, porque las dos anteriores, ¡¡realmente son increíbles!!
Así, el hombre lo miró y comenzó:
- Bien, seré breve, imagínate esto: estoy en pelotas, escondido en un mueble bar.
- Tenemos malas noticias para dos de ustedes; se nos cayó el sistema en el área de admisiones y sólo puedo dejar entrar a uno de los tres esta semana. Los otros dos tendrán que esperar en el infierno unos días mientras reparamos el fallo, lamentablemente no puedo hacer otra cosa.
San Pedro continuó explicando:
- La persona que cuente la mejor historia de cómo murió, será la que pueda entrar en el cielo hoy.
Los tres hombres asintieron. San Pedro los hace pasar de uno en uno a su oficina para que los otros no escuchen y puedan mejorar su historia. El primer hombre pasó y empezó a relatar:
- Presentía que mi mujer me estaba engañando, así que esa tarde llegué temprano. Subí los 25 pisos del edificio por la escalera para no hacer ruido con el ascensor, abrí la puerta de mi apartamento y allí estaba ella, la muy puta, tendida en el suelo y ¡desnuda! Sabía que la había pillado. Corrí por todo el apartamento en busca del amante; arriba, abajo, debajo de la cama, en todos los armarios... ¡NADA! Estaba a punto de pedirle disculpas por ser tan mal pensado, y mientras ella me decía que siempre hacia gimnasia desnuda, oí unos ruidos en la ventana: ¡¡¡SCRATCH, SCRATCH, SCRATCH!!! Abrí la ventana y allí estaba el hijo de puta, colgando de la cornisa. Agarré mi bate de béisbol y le di duro en la cabeza. Vi cómo se caía, pero tuvo suerte el infeliz y aterrizó en un montón de bolsas de basura. ¡Se estaba moviendo! Desesperado porque se me escapaba, cargué el mueble bar hasta la ventana. Con gran esfuerzo lo puse en la cornisa, pero al empujarlo se me enganchó la camisa, por lo que caí con el mueble bar y encontré mi muerte. ¡Pero estoy feliz porque me cargué al puto cerdo!
San Pedro no podía imaginarse historia más increíble, cuando hizo pasar al segundo hombre:
- Bueno, yo soy un limpiador de ventanas. Estaba haciendo tranquilamente mi trabajo en un piso alto, cuando una de las cuerdas repentinamente se rompió. Me agarré de la plataforma, pero se me fueron resbalando las manos hasta que caí al vacío. Levanté las manos pensando en mi muerte y esperando que Dios me recogiera. Afortunadamente logré agarrarme a una de las cornisas del edificio. ¡¡¡ESTABA SALVADO!!! Estaba dando gracias a Dios e intentando que la gente que estaba dentro del edificio me salvara definitivamente. Empecé a rascar en la ventana para que alguien me ayudara, cuando repentinamente un cabrón la abrió y en lugar de ayudarme ¡¡¡me pegó un tremendo golpe con un bate de béisbol!!! Caí al vacío otra vez, maldiciendo a esa mala persona, cuando mi ángel de la guarda me permitió seguir viviendo, poniendo un montón de bolsas de basura justo bajo mi caída. Cuando conseguí abrir los ojos para agradecer a Dios tanta fortuna, ¡un mueble bar estaba cayendo encima de mí! Y gritaba con terribles alaridos. Comprendí que Dios me quería a su lado. Sin duda era mi destino y así encontré la muerte.
San Pedro estaba estupefacto. Hizo pasar al último hombre y le dice:
- Hijo, más vale que tengas una muy buena historia, porque las dos anteriores, ¡¡realmente son increíbles!!
Así, el hombre lo miró y comenzó:
- Bien, seré breve, imagínate esto: estoy en pelotas, escondido en un mueble bar.
Los vascos y el colesterol
Se encuentran dos amigos vascos, y uno de ellos camina con las piernas abiertas... como escocido.
El otro le pregunta:
- ¿Qué te pasa pues, Iñaki?
- Pues que vengo del medico y me ha dicho que tengo colesterol.
- Y por qué andas así, pues?
- ¡¡Porque me ha dicho que los huevos ni tocarlos!!
El otro le pregunta:
- ¿Qué te pasa pues, Iñaki?
- Pues que vengo del medico y me ha dicho que tengo colesterol.
- Y por qué andas así, pues?
- ¡¡Porque me ha dicho que los huevos ni tocarlos!!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)